MARCELO CALLAÚ
El Centro Cultural Santa Cruz inauguró una muestra de obras de los distintos períodos creativos del escultor. Estará abierta por espacio de dos años y es el resultado de una iniciativa de la curadora Cecilia Bayá.
Sensualidad y geometría en la madera |
Un pueblo muestra su grandeza cuando honra a sus intelectuales. No es difícil concluir en que muy pocos cruceños y bolivianos conocen a figuras brillantes de nuestra intelectualidad artística como Marcelo Callaú y resulta ciertamente penoso que estén muy lejos de ser honrados por el pueblo. Al contrario, pudo comprobarse hace un tiempo, que alguna muestra de su poderoso arte, que fue situada al aire libre para disfrute y orgullo de todos, era usada como urinario casual por algún peatón urgido que no supo otorgarle otra funcionalidad y trascendencia.
La cuestión tiene que ver con la educación y es en este sentido que la exposición permanente inaugurada en el Centro Cultural Santa Cruz adquiere especial importancia.
Por espacio de dos años, la población cruceña tendrá la oportunidad de acercarse íntimamente al pensamiento y al sentir de Marcelo Callaú y saber cómo un artista de su talla, un cruceño sensible y creativo, orgulloso de sus vínculos con la portentosa naturaleza que le dio la vida, fue capaz de encontrar la sensualidad, la poesía y la geometría universal oculta en las partículas interiores de la madera.
Italia y el mundo celebran los mármoles de Miguel Ángel transformados en iconos de la figura y el alma humana. Francia y el mundo celebran los bronces de Rodin que se funden con los afectos y las pasiones humanas. Tenemos ante nosotros la oportunidad de celebrar las maderas de Callaú convertidas en cruceñidad amazónica, vibrante y apasionada.
El esfuerzo no se ha limitado a exponer la obra de Callaú. La curadora Cecilia Bayá se ha ocupado de idear un entorno escénico que simboliza, con arenas y maderas concertadas con coloridos vegetales poco comunes, el emocionado paisaje camba.
Cuán reconfortante sería ver que muchos comparten esta celebración.
Jürgen Schütt
Presenta un concierto en el News Café
Todo ser humano lleva dentro de sí a un artista. Si fuera posible, el mundo estaría poblado exclusivamente por músicos, pintores y poetas.
Aquel que escoge ceder a sus impulsos vitales y dedicar la vida a un arte, es sin duda alguien muy valiente, por los riesgos que implica tomar una decisión como esa. Los riesgos mencionados se presentan por doble vía: la incertidumbre permanente sobre la estabilidad material que todos necesitamos procurarnos y que el arte no siempre garantiza y más complicada, la necesidad de comprobar que el anhelo existencial está acompañado por un verda-dero talento artístico y las condiciones físicas indispensables. Eso sólo se consigue después de haber dedicando todas las energías y el tiempo disponibles, al estudio del oficio artístico elegido. En muchos casos, luego de años de trabajo tenaz y disciplina espartana, se llega a la triste constatación de que no se hizo la elección correcta. La anécdota de la figura de Salieri, enfurecido con Dios por haberle dado el talento a Mozart y no a él, es elocuente.
Jürgen es un hombre extremadamente sensible y por tanto el arte ejerce un poderoso atractivo en él. Como muchos, en su juventud se planteó la alternativa de dedicarse profesionalmente a la música. Estudió su instrumento en importantes centros de Alemania y con maestros de prestigio, pero no pudo hacerlo en forma continuada. No es fácil costearse esas aventuras.
Jürgen toca la guitarra como muchos quisiéramos poder tocar, pero no ha alcanzado aún el nivel técnico que se necesita para iniciar una carrera de concertista, su sueño más caro. Dueño de una gran determinación, decidió volver a Alemania para retomar sus estudios; en realidad, para reiniciar la batalla heroica en pos de sus anhelos, de sus amores, de su vida. Otra decisión que está reservada solamente para unos cuantos escogidos.
1 comentario:
Estando en el elevado círculo de la Plataforma-Eco en la Plaza Principal de Samaipata -construido según la fórmula de la Proporción Dorada-, frente a una obra mágica con cruceñidad valluna del tallista Marcelo Callaú, se escuchará, y me persigue aún, el eco medidativo de este maestro artista....
Cuán reconfortante también sería que muchos escucharán su eco celestial...
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