ORQUESTA MUNICIPAL
UNA SABROSA EXPERIENCIA MUSICAL
Un selecto grupo de jóvenes músicos profesionales que llegan de todos los confines del país convocados por un liderazgo inteligente, entregó al público cruceño un interesante programa que terminó convirtiéndose en la más grata y sabrosa experiencia musical.
Un público mayoritariamente juvenil que colmaba el aforo del teatro de la Casa de la Cultura disfrutó y aplaudió entusiasmado la presentación de la Orquesta Municipal. Este éxito de audiencia resulta de la extraordinaria comunicación que consigue este conjunto que además de su excelente calidad interpretativa comprobada en la primera parte clásica de su programa, ofrece una serie de piezas populares llenas de aromas y sabores afines a nuestro paladar cruceño. El público goza y festeja y ese es el fundamento del éxito de todo emprendimiento artístico. Pero para que éste sea completo y no sólo un producto complaciente pero vacío de contenidos, necesita ofrecer también, algunos atributos que la Orquesta Municipal trabaja con esmero y profesionalidad.
A lo largo de todo el concierto, los jóvenes músicos de la Orquesta Municipal tocan sus partes con propiedad técnica, sin pifias. Esta cualidad es muy poco común en las orquestas bolivianas. Tocan una música para la que como individuos y como conjunto están técnicamente capacitados. Una vez salvada esta primera e ineludible condición de calidad, exploran el matiz, el fraseo, los acentos y la elocuencia musical para incorporarlos en las versiones que nos ofrecen. Eso es de agradecer y festejar.
Su desempeño se desarrolla entonces sin sobresaltos, permitiendo a todos, legos y entendidos, sentir y soñar con su música.
La presencia de Tingo Vincenti fue un episodio sobresaliente del concierto, pero hay que reclamarle que nos queda debiendo la oportunidad de escucharlo sin micrófono, porque ese artilugio no era necesario en la sala y en lugar de contribuir, restó brillo a su amable presencia, en función del complemento acústico con la orquesta, que es tema muy delicado y no fue bien resuelto.
Un grupo orquestal como este, tiene la obligación cívica de ocuparse de la música boliviana y así lo hace, aunque hasta el momento, con altibajos de calidad, no hemos podido escuchar propuestas consistentes en el tratamiento de sus arreglos orquestales.
Hay que destacar la figura de Adriana Inturias que pasa inadvertida, pero que muestra gran profesionalidad en el piano. Adriana nos queda también debiendo un concierto en el que pueda lucir sus condiciones técnicas y su sensibilidad interpretativa, en el marco de las virtudes de todo el conjunto
La Orquesta Municipal ha sido merecidamente aplaudida. Desde esta página, con la alegría compartida, nos cabe hacerles llegar también nuestra ovación.
“SIN LÍNEAS EN EL MAPA”
canta y argumenta
Luz María Carriquiry y Eulogio Moros. Integrantes del dúo “Sin líneas en el mapa”. |
“Hay Locuras” es el nombre del espectáculo que el dúo “Sin Líneas en el Mapa” conformado por Luz María Carriquiry, peruana y Eulogio Moros, Venezolano, presentó en el acogedor escenario alterno de la Agencia de Cooperación Española.
En su peculiar velada, el dúo ofrece calidades vocales gratas que acompañan con varios instrumentos de cuerda y percusión. Canta algunas piezas del acervo popular latinoamericano, pero argumenta en la mayor parte de su programa, con creaciones propias y ajenas.
La música se utiliza para diversos fines: el más prosaico, vender algo. Sirve también para captar y capitalizar adeptos religiosos, estimular sentimientos patrióticos y promover ideología de todos los colores. El poder de comunicación y penetración que tiene la música, hace que sea casi imposible conservarla aséptica y eso es algo que todos sabemos. Pero vale la pena reflexionar un poco al respecto.
Argumentaron los grandes compositores con el monumental misticismo de la gran música sacra cristiana. Argumentó Chopin con sus arrebatadas Polonesas nacionalistas así como hizo Rouget de Lisle con la majestuosa Marsellesa. Argumentó Wagner con la mitología germánica y Hitler la enturbió. Argumentó Shostakovich en contra de Stalin. Argumentó Luis Advis con sus bellas y chilenas cantatas socialistas. Argumentó Caetano Veloso con la cordial magia de la Bossa Nova. Argumentaron Viloeta Parra, Quilapayún, Inti Illimani, Mercedes Sosa y Piero con su amable pero incisiva denuncia social y hasta la Coca Cola argumentó con gracia emotiva en algunas navidades del pasado. Nadie que tenga un poco de sensibilidad puede descalificar música alguna por el contenido de su argumentación. Pero el argumento, sea de la tonalidad comercial, religiosa o ideológica que sea, cuando se presenta sin inteligencia, calidad musical ni poética, no vale. Termina siendo una insípida folletería de propaganda.
“Sin líneas en el mapa” cede a la tentación de argumentar. Su causa es seguramente compartida por muchos y su contenido puede ser válido, eso no se discute. Pero queda claro que el dúo no se ocupa con el mismo esmero de vendernos música y poesía de calidad.
2 comentarios:
Muy bueno tu articulo, dan ganas de escucharlos en vivo a estos muchachos.
Mariano Arrien r.
Bueno, para un personaje que llegó exigiendo se le deje entrar gratis, bajo un estado de conciencia dudable y que se pasó el 90% de la presentación pendiente de su celular, creo que no le es nada difícil llegar y escribir esta nota, porque algo tenía que escribir.
Lo que yo vi, lo que escuché y aprecié, es totalmente contrario a lo que el señor Barragán expone, y me parece bastante falto de tino y de respeto.
Si se pretende que a uno lo llamen crítico, se debe de tener todos los sentidos prestos a la crítica y a lo que será criticado. Me da tristeza que artistas de calidad como estos invitados que tuvimos en Santa Cruz, deban lidiar con este tipo de personajes.
Aliento a quienes lean este articulo a que busquen y escuchen en youtube u otras páginas de la net acerca de Sin Líneas en el mapa y que se formen su propia imagen, que expongan en este foro qué les ha parecido realmente, a ellos les creeré mas. También lo invito a usted a que lo haga mi querido Mariano, tiene derecho de conocer las dos caras de la moneda.
Luis…
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